Iluminación para atmósferas explosivas, como elegir la luminaria correcta
En una instalación con riesgo de explosión, la iluminación no es solo “que se vea bien”: es un elemento crítico de seguridad. Sin embargo, muchas plantas siguen utilizando luminarias industriales estándar en zonas clasificadas ATEX, convencidas de que “siempre ha funcionado así” o de que “una buena luminaria LED ya es suficiente”.
El problema aparece cuando entra en juego la realidad: atmósferas con gas, vapores o polvo combustible, conexiones eléctricas sometidas a vibración, humedad, corrosión… y una luminaria no diseñada para ese entorno. Una chispa interna, una temperatura de superficie demasiado alta o una junta que deja de ser estanca pueden convertirse en el origen de un incendio o explosión con paradas de producción, daños materiales y, en el peor de los casos, daños personales. Y lo más delicado: muchas veces el fallo se descubre después del incidente, cuando ya es tarde.
La clave está en elegir iluminación ATEX específica para cada zona (1, 2, 21, 22) y para el tipo de atmósfera (gas o polvo), siguiendo la normativa y criterios técnicos claros. En este artículo te guiamos paso a paso para seleccionar las luminarias ATEX adecuadas, con ejemplos y recomendaciones prácticas, para que tu instalación no solo cumpla, sino que esté realmente protegida.
Qué significa que una luminaria sea ATEX (y qué no lo es)
ATEX hace referencia a la normativa europea para ATmósferas EXplosivas, principalmente la Directiva 2014/34/UE (equipos) y la 1999/92/CE (protección de los trabajadores). Una luminaria ATEX no es simplemente “robusta” o “industrial”:
es un equipo diseñado y ensayado para no convertirse en foco de ignición en una atmósfera explosiva.
Una luminaria ATEX incorpora elementos como:
- Modos de protección (Ex d, Ex e, Ex n, Ex tb, etc.) según EN IEC 60079.
- Control de temperatura de superficie para no superar el punto de ignición del gas/polvo.
- Carcasas estancas con niveles de protección IP66 o IP67.
- Juntas, prensaestopas y conexiones específicamente certificados.
Ejemplo práctico:
Una campana LED “IP65 para uso industrial” puede ser perfecta para un almacén convencional, pero en una zona 21 con polvo combustible se convierte en un riesgo si no está certificada para polvo (Ex tb o similar). A simple vista puede parecer robusta, pero no es ATEX, ni está diseñada para evitar igniciones en ese entorno.
Entender la clasificación de zonas: el punto de partida
Antes de hablar de luminarias, hay que tener clara la clasificación de zonas ATEX. Simplificando:
- Zona 1: presencia probable de atmósfera explosiva por gas o vapores durante el funcionamiento normal.
- Zona 2: presencia poco probable, o solo durante periodos cortos.
- Zona 21: presencia frecuente de nubes de polvo combustible durante la operación.
- Zona 22: presencia poco frecuente de polvo combustible o de forma accidental.
Ejemplos típicos:
- Zona 1: área alrededor de bombas de solventes, zonas de carga de cisternas.
- Zona 2: áreas adyacentes a Zona 1, salas con ventilación donde pueden generarse fugas ocasionales.
- Zona 21: interior de silos, puntos de descarga de harina, azúcar, cereal.
- Zona 22: zonas de limpieza o transporte donde el polvo puede depositarse y levantarse puntualmente.
Elegir iluminación ATEX sin tener clara la zona es como comprar EPI sin saber el riesgo: puedes acertar… o puedes quedar corto sin darte cuenta.
Iluminación ATEX para Zonas 1 y 2 (gas y vapores inflamables)
Zona 1: entornos de alto riesgo
En Zona 1 la atmósfera peligrosa es probable. Aquí se recomiendan luminarias con modos de protección como:
- Ex d (antideflagrante): el equipo está diseñado para contener una posible explosión interna sin transmitirla al exterior.
- Ex e (seguridad aumentada): se minimiza el riesgo de arcos o temperaturas peligrosas en condiciones normales de servicio.
Características que deberías buscar:
- Carcasa metálica robusta (aluminio, acero inoxidable).
- Difusor en vidrio templado de alta resistencia.
- Grado de protección IP66 o IP67.
- Clase de temperatura adecuada (por ejemplo T4, T5 o T6 según el gas presente).
Ejemplo:
Una planta de disolventes con bombas en sala cerrada suele tener Zona 1 alrededor de conexiones, válvulas y equipos. Las luminarias deben ser Ex d o Ex e, con certificación para el grupo de gas correspondiente (IIA, IIB o IIC).
Zona 2: menor frecuencia, mismo enfoque profesional
En Zona 2 la presencia de atmósfera explosiva es menos frecuente, pero el riesgo no desaparece. Se aceptan luminarias con modos como Ex nR o Ex ec (seguridad aumentada para Zona 2), normalmente más ligeras y eficientes.
Ventajas:
- Cuerpos más compactos y menos pesados.
- Mayor variedad de soluciones LED de alto rendimiento.
- Coste unitario más contenido que en Zona 1.
Ejemplo:
En un área de bombeo con buena ventilación, la sala puede clasificarse como Zona 2. Aquí una luminaria LED Ex ec correctamente dimensionada ofrece seguridad y eficiencia energética, sin sobredimensionar la solución.
Iluminación ATEX para Zonas 21 y 22 (polvo combustible)
El polvo combustible es un enemigo silencioso: harina, azúcar, cacao, madera, carbón, piensos… no siempre se perciben como “peligrosos”, pero cuando se suspenden en el aire o se acumulan en capas, pueden provocar explosiones violentas.
Zona 21: polvo presente con frecuencia
En Zona 21 la iluminación debe:
- Estar certificada para polvo (marcado Ex tb o similar).
- Garantizar envolvente estanca para evitar entrada de polvo.
- Controlar la temperatura de superficie para no inflamar capas de polvo.
- Mantener IP66/67 y materiales resistentes a limpieza frecuente (agua a presión, químicos suaves).
Ejemplo:
Interior de un silo de harina o área de ensacado de azúcar. Aquí una luminaria “industrial estanca” convencional puede permitir la entrada de polvo y acumularlo sobre superficies calientes. Una luminaria ATEX Ex tb diseñada para polvo evita este escenario.
Zona 22: polvo presente de forma ocasional
En Zona 22 el polvo aparece de forma accidental o irregular, pero el riesgo existe. Se pueden utilizar luminarias con menores exigencias que en Zona 21, pero siempre certificadas ATEX para polvo.
Aplicaciones típicas:
- Zonas alrededor de silos.
- Áreas de transporte neumático con riesgo de fugas.
- Pasillos cercanos a procesos con polvo combustible.
La ventaja es que hay un rango amplio de luminarias LED ATEX para Zona 22 que combinan coste razonable + eficiencia + seguridad.
Criterios clave para elegir bien (más allá del catálogo)
Una vez identificada la zona, conviene revisar:
- Tipo de atmósfera principal: gas, vapor, niebla, polvo o combinación.
- Clase de temperatura: asegurarse de que la luminaria no supera el límite requerido por el gas o polvo presente.
- Materiales y resistencia química: en entornos con corrosión (marinos, químicos) conviene acero inoxidable o aleaciones específicas.
- Nivel de protección IP: IP66 mínimo; IP67 si hay lavado frecuente, lluvia intensa o chorros de agua.
- Instalación y mantenimiento: acceso sencillo a conexiones, sustitución de equipos sin comprometer la certificación, disponibilidad de repuestos.
- Eficiencia y ROI: horas de vida LED, consumo, impacto en factura eléctrica y en paradas de mantenimiento.
Un buen proveedor ATEX no solo entrega una ficha técnica: te ayuda a cruzar estos parámetros con tu realidad de planta.
Errores frecuentes que vemos en campo (y cómo evitarlos)
En auditorías y revisiones ATEX aparecen patrones que se repiten:
- Sustituir luminarias ATEX antiguas por luminarias LED estándar “porque iluminan más y consumen menos”.
- Cambiar componentes (prensaestopas, cajas, conectores) por piezas no certificadas, anulando la certificación del conjunto.
- Mezclar luminarias certificadas para gas en zonas donde el riesgo dominante es polvo combustible, o al revés.
- No tener en cuenta la temperatura ambiente máxima real de la planta (interior de nave sin ventilación, proximidad a hornos, etc.).
La consecuencia de estos errores no es solo el riesgo técnico: también puede implicar problemas con inspecciones, aseguradoras y cumplimiento legal.
Ingefugas como aliado técnico para tu proyecto de Iluminación para atmósferas explosivas
Seleccionar una luminaria en un catálogo es sencillo; elegir el sistema de iluminación ATEX adecuado para cada zona, proceso y riesgo, no lo es tanto.
En Ingefugas trabajamos precisamente ahí:
- Analizamos tus zonas ATEX y tus procesos.
- Proponemos luminarias certificadas específicas para cada caso (Zona 1, 2, 21, 22).
- Definimos soluciones con criterios de seguridad, eficiencia y mantenimiento.
- Acompañamos en la instalación y en las revisiones periódicas.
Si estás revisando tu iluminación actual o planteando una nueva instalación, este es el mejor momento para hacerlo con criterio técnico y pensando a largo plazo.
📩 Cuéntanos en qué tipo de entorno trabajas (gas, polvo, ADR, agroalimentario, química…) y te proponemos la solución de Iluminación para atmósferas explosivas (ATEX), elegir la luminaria correcta más segura y eficiente para tu planta.
Preguntas que suelen surgir antes de elegir iluminación ATEX (y respuestas claras para decidir con seguridad
Antes de renovar o instalar iluminación ATEX ( Iluminación para atmósferas explosivas) es normal que aparezcan preguntas técnicas, dudas sobre normativa o incluso inquietudes sobre la inversión. No todas las empresas tienen los mismos riesgos ni las mismas necesidades, por eso hemos reunido aquí las preguntas más habituales que escuchamos en proyectos reales. Respuestas claras, prácticas y orientadas a ayudarte a tomar decisiones con criterio.
Las luminarias ATEX son demasiado caras comparadas con las normales.
A primera vista, el coste inicial puede parecer más alto. Pero no tiene sentido comparar luminarias industriales estándar con luminarias diseñadas para evitar igniciones en entornos con gas o polvo combustible.
Las luminarias ATEX integran:
- sellados especiales,
- control térmico,
- protección antichispas,
- materiales y ensayos específicos para atmósferas explosivas.
El resultado es un coste total de propiedad (TCO) favorable: duran más, fallan menos, requieren menos mantenimiento y reducen paradas no programadas.
En términos de continuidad operativa y seguridad, suelen ser más rentables que las opciones no certificadas.
🟩 Cómo lo enfocamos en Ingefugas: evaluamos el TCO real de cada solución para que la decisión no se base solo en precio, sino en seguridad y rendimiento a largo plazo.
No creemos que haya riesgo real como para justificar luminarias ATEX.
Muchos riesgos ATEX no son evidentes a simple vista.
El polvo combustible puede acumularse sin que nadie lo note, los vapores pueden aparecer por microfugas, y las concentraciones peligrosas pueden formarse solo durante operaciones específicas.
La falsa sensación de seguridad es uno de los factores que más accidentes ha provocado en industrias químicas, alimentarias y de energía.
La clasificación de zonas Zona 1, 2, 21 o 22 suele revelar riesgos que no estaban identificados.
🟩 Cómo lo enfocamos en Ingefugas: realizamos un análisis técnico de la instalación que muestra con claridad dónde existe riesgo real y qué luminarias ATEX corresponden a cada punto.
Tenemos buena ventilación, eso ya reduce el riesgo… ¿Para qué ATEX?
La ventilación ayuda, pero no elimina el riesgo.
Una fuga puntual, un cambio en el proceso o una parada inesperada pueden generar atmósferas explosivas incluso en zonas bien ventiladas.
La normativa es clara:
si una zona se clasifica como ATEX, los equipos deben ser ATEX.
Depender únicamente de la ventilación es asumir un riesgo innecesario que no tiene respaldo técnico ni legal.
🟩 Cómo lo enfocamos en Ingefugas: estudiamos el comportamiento real de gases o polvo, el tipo de operación y el nivel de ventilación para recomendar la iluminación ATEX más adecuada sin sobredimensionar.
La instalación ATEX es compleja y costosa de mantener.
Lo fue en el pasado, pero las luminarias ATEX actuales están diseñadas para minimizar mantenimiento y facilitar inspecciones.
Las versiones LED ATEX ofrecen:
- menor consumo,
- vida útil muy prolongada,
- menos intervenciones,
- acceso simplificado a conexiones,
- mejor resistencia mecánica y química.
El problema surge cuando se instalan luminarias ATEX con componentes NO ATEX (prensaestopas, cableado, cajas), lo que invalida la certificación.
Una instalación correcta no es más compleja: es más segura y más estable en el tiempo.
🟩 Cómo lo enfocamos en Ingefugas: garantizamos que todos los elementos del sistema son compatibles y certificados. Esto evita problemas y reduce el mantenimiento futuro.
Si las luminarias actuales iluminan bien… ¿Por qué cambiarlas?
Porque iluminar bien no significa ser seguras.
Una luminaria convencional puede dar buena luz pero:
- generar chispas internas,
- alcanzar temperaturas superficiales peligrosas,
- permitir entrada de polvo combustible,
- fallar ante vibraciones o corrosión,
- no resistir atmósferas agresivas (química, petroquímica, silos).
El riesgo no está en cuánta luz produce, sino en si puede convertirse en foco de ignición.
🟩 Cómo lo enfocamos en Ingefugas: mostramos casos reales y ejemplos técnicos que explican cuándo una luminaria aparentemente “correcta” representa un riesgo. Nuestro objetivo es aportar claridad, no alarmismo.
¿Quieres evaluar si tu instalación está utilizando la iluminación adecuada?
Cada planta, cada zona clasificada y cada proceso exige un análisis específico. Si quieres revisar tu instalación, valorar alternativas o simplemente resolver dudas técnicas, podemos ayudarte a tomar una decisión con criterio y plena seguridad.
📩 Cuéntanos tu caso y te proponemos la solución de iluminación para atmósferas explosivas más adecuada para tu entorno.