Tenemos que entender que cuando mandas por ejemplo un pie de rey o una dinamométrica a calibrar la calibración consiste en verificar que el equipo mide correctamente y su margen de error está dentro del rango permitido para un detector de gas la calibración consiste en verificar y corregir el detector espera una determinada proporción de gas para comprobar su funcionamiento y autocorregirse, esa determinada proporción de gas es diferente según el fabricante los sensores se van desgastando por tiempo, sobreexposiciones envenenamientos etc y su medición empieza a no ser tan exacta, por eso hay que calibrarlos para corregir esas desviaciones.

Te encontrarás con muchas empresas que tienen laboratorio certificado por ENAC luego resulta que están certificadas para temperaturas, tensiones, presiones, etc hasta donde nosotros conocemos el sulfhídrico no entra dentro de la acreditación de ENAC y casi todos estos laboratorios verifican, no corrigen.

No podéis imaginaros las veces que traen un detector para calibrar y cuando lo metes en el programa del fabricante, el equipo te indica que no ha sido calibrado hace años, el cliente rápidamente te dice que si lo ha calibrado y te manda certificados de “calibración” en los que el laboratorio le ha practicado un gas al equipo para comprobar su lectura eso, es una verificación de que el equipo lee correctamente, pero para el equipo no ha sido calibrado, ni este se ha autocorregido.

La frecuencia de calibración es una de las preguntas más frecuentes sobre el uso de instrumentos de detección de gas.
Las Agencias regulatorias, por lo general, recomienda a los usuarios que sigan los protocolos recomendados por los fabricantes para la calibración.

No existe un estándar universal de cuando calibrar los equipos.